Anoche pasaba por mi casa el Flaco Victor (melomano, coleccionista y mensajero independiente), trayéndome 9 CD´s de Colombia es Salsa, que le había dejado en consignación a German Marin de Todo Musik y que ahora necesitaba para entregárselos a los amigos de "Sangre Negra" en México.
Y lo menciono, simplemente por que entre charla y charla salio de nuevo un tópico que toqué en mi perfil de Facebook y que tiene que ver con la complejidad del "Coleccionista" actual.
Parece ser que este fenómeno de la globalizacion ha dado para todo, recuerdo que en mis tiempos y en los tiempos de los que llegaron antes, hacíamos nuestra colección basándonos en la procedencia del sello y este, cuando no se podía conseguir "Americano" u "Original", se optaba por la copia venezolana del palacio de la música y en un menor grado en la copia de producción nacional y al lado de estos, se amontonaban los cassettes de audio y otros formatos, la música se guardaba con recelo y se exhibía como trofeo, pero lo mas importante de todo, era que aquel que poseía la música, poseía la información, este coleccionista sabia entre producción y producción de un artista, que músicos llegaron y cuales se fueron, ademas de la información del personal que intervino en la realización y con suerte la reseña y algunas anécdotas referentes al álbum o al artista y esta, esta parte que se refiere a la información y conocimiento, esta parte es la que quiero destacar, pues volviendo al cuento de la globalización, es la que esta al alcance de todo aquel que se interesa por los ritmos afrolatinocaribeños.
En días pasados, veía la información de un "coleccionista" brasilero que esta catalogado como el mas grande del mundo y adjuntaban unas fotos mostrando su "colección", por la forma en que estaba apilada y por lo grande de la misma deduje que el no era coleccionista sino acumulador y he aquí mi primera reflexión, vale la pena tener, paredes llenas de música sino sabes lo que tienes en ellas?...
Por otro lado, he notado que de forma creciente vienen proliferandose eventos de coleccionistas con condiciones muy especificas o singulares, destacan aquellas que piden que el formato a presentar sea Vinilo (hasta leía en un volante y de forma osada proclamar a los discos de 33 1/3 y los de 45 RPM, como los formatos originales de la salsa) y otras mas que este vinilo, no sea reedicion, desconociendo de plano, otros formatos, entonces vuelvo a preguntarme, como hago para que en una audición se reconozca la buena propuesta y calidad musical de una orquesta como la negramenta cuando ninguno de sus trabajos se consigue en "Lp", solo en CD.
O mejor aun como le hago entender al "Coleccionistas del vinilo del rótico cuadrado" que la reedicion es tan valida como el vinilo original y lo único que la hace diferente es el poder adquisitivo y mejor aun, el conocimiento que tenga sobre esta, su artista y su música el dueño de la misma.
Y que tal que en vez de pavonear los egos, se pone al servicio todo ese conocimiento adquirido como en su defecto ya lo ha hecho Gladys Palmera y su proyecto radial y virtual o como lo hace Isidoro Korkidi ya sea en Audición Caribe al lado de Pablo del Valle o en la emisora virtual Ciudad Salsera o incluso en cualquier audición donde cada intervención de este maestro es un bálsamo de conocimiento.
Y que tal que en vez de pavonear los egos, se pone al servicio todo ese conocimiento adquirido como en su defecto ya lo ha hecho Gladys Palmera y su proyecto radial y virtual o como lo hace Isidoro Korkidi ya sea en Audición Caribe al lado de Pablo del Valle o en la emisora virtual Ciudad Salsera o incluso en cualquier audición donde cada intervención de este maestro es un bálsamo de conocimiento.
Creo finalmente que si bien es cierto se debe apoyar al artista (aunque generalmente esta "apoyo" no le llega a el sino a su disquera), la única forma de apoyarlo no es solo comprar su música (en su "formato original"), también se le puede dar a conocer, se puede asistir a sus eventos, se puede socializar su música, llevándola en cualquier formato a audiciones y eventos de melomanos y coleccionistas y procurar conocerle, aprender de el, de su talento, de su propuesta y finalmente de disfrutarla, en compañía de amigos o en la soledad de la sala acompañado por una copa de vino.
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