Sonando...

jueves, 2 de febrero de 2012


Hay temas que trascienden por si solos, que se adueñan de la memoria colectiva, que marcan un momento especifico pero se inmortalizan en el cancionero popular de cualquier época, eso sucede en todos los ritmos y géneros, de esta forma, vemos a los que se beben la barra con "caballo de patas blancas" en lo que a música popular se refiere o "El Mochuelo" de Otto Serge y Rafael Ricardo, "Como abeja al panal" de Juan Luis Guerra en lo que a merengue y bachata concierne o claro esta, "Huracán" del Bobby Valentin, "Fuego en el 23" de Ponceña o "Payaso" de Raphy Leavitt, cuando pensamos en nuestros ritmos afrolatinocaribeños.

Sin embargo hay otros clásicos, incluso me atrevería a decir mas importantes que los arriba mencionados y son los que marcan momentos específicos en la vida de cada ser humano, aquellos que por su naturaleza, temática, ritmo o circunstancias en que fueron escuchados, se convierten en un clásico personal.

A la edad de 7 años, mi naturaleza traviesa se manifestaba una noche cualquiera, al rededor de la moto "Lambretta" azul de mi padre, que sentado enfrente de la radiola, se disponía a escuchar un acetato del hijo de Tumaco Tito Cortez, mientras con voz seria y ceño fruncido mandaba a que me quedara quieto antes de que tumbara el vehículo de dos ruedas, que balanceaba ademas con la complicidad de una amiguita del barrio, la aguja surcó el vinilo que a estas alturas ya no recuerdo si era de 45, 33 o 78 rpm, lo que si recuerdo fue la voz de Cortez entonando "espíritu burlón...oh,oh,oh...no me quieres dejar tranquilito vivir"...casi al momento en que la moto perdía su balance para precipitarse al suelo causa de mis monerías sobre ella, los colorados en las nalgas, producto de los correazos impartidos por el señor Cardona, desaparecieron en un par de días, el disco, en una y mil veces versionado, quedo registrado por siempre como uno de mis clásicos.


Siendo habitual a la casa de mi gran amigo Yamil Mina, padrino de matrimonio y guía en el sendero de la escucha de ritmos afrolatinoamericanos, nos gustaba deleitarnos con la música cada fin de semana y como acto religioso, los sábados se convertían en cita sagrada para este propósito, un ritual casi mecánico que consistía en vernos en el centro para recorrer los diferentes sitios de compra y venta de discos, que si la diez, en seguida de la Drogueria Alemana, que si el recorrido por los puestos de la 15, empezando donde "El Rey", pasando por donde Nelson y terminado en el arbolito musical, continuando luego por el local de Lisimaco paz, procurando no entrar, por su forma despectiva de vender y terminando en Almacén "Mi Música" de Hector Reina, un sábado cualquiera, mi estimado amigo compro un disco de un chicano, desconocido para mi, ademas en un genero con el cual no quería involucrarme, el Latinjazz.
Llegando a su casa y como siempre, escondimos los discos debajo del sillón, para que la mujer no se enterara que gastaba su sueldo comprando música, en el momento oportuno y de forma casual, Yamil saco de su estuche el disco, que haría que yo traspasara la frontera de la salsa al latinjazz, de su producción "Poncho" de 1979 una composición de Clare Fisher, cambiaria mi universo musical, la obra: el corte tres del  lado A, "Morning"


Para 1987, saldría  al mercado un disco que resumiría  hasta el día  de hoy el amor por mi esposa, venia de la mano de un cantante que hizo parte de una de las orquestas preferidas mías,  la de Willie Rosario, ahora en esa nueva etapa, una producción parecía mejor que la anterior, precisamente en ese año salio al mercado "De amor y salsa", como era habitual, cortes bien logrados, el coro de Alex D'Castro ademas interpretando uno de los temas "Un poco mas", otros también destacados como "Tu", "Desayuno" y "Aquí Llegue", sin embargo el corte que a mi me transfiguro, fue una adaptación de una vieja composición de Pablo Milanes titulada "Comienzo y final de una verde mañana" y que con Gilbertito la conocimos como "Déjame Sentirte"...
Tuvo que terminar la década de los 80, haberme casado en el 92 ("Cuando se acabe la rumba" de David Cedeño, marca ese momento en mi vida, aunque para el registro audiovisual, vemos a los comensales hacer toda la coreografía del "Meneito"), tener mi primera crisis matrimonial y regalarle a causa de esta crisis un cassette Sony de 60 a mi esposa, con discos que hablaban de amor, entre ellos y abriendo el lado A de la cinta, aparecía el "Déjame sentirte", no es necesario aclarar, que finalmente volvimos y la reconciliación, dio para que naciera mi hija Valentina....Y tus clásicos, cuales son?

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