Sonando...

lunes, 7 de marzo de 2011


Elvia Rojas.........a secas
Nacida en Rio Frio (Valle del Cauca), su madre María Antonia era la modista del pueblo, reconocida por su labor, la parca se la llevo cuando Elvia contaba con 5 años, cuenta la historia que la niña sin conocer el deceso de su progenitora durmió al lado de ella toda la noche.

Huerfana de madre, fue recogida por su padre Luciano, este nunca le dio el apellido por ser ella nacida fuera del matrimonio, en esta nueva situación, su calvario dio inicio, parte por no ser querida por su madrasta y parte por su rebeldía. La cocina y el patio sembrado de plantas de café y arboles de mango fue su hogar, ahí construyo su mundo entre el duende y las animas, hasta que un día no aguanto mas...

Se fue, dejando atrás la miseria de su vida, en los albores de su adolescencia y el final de su niñez, vendió su trabajo por un tiquete de tren, una vez mas fue abusada en su buena fe, llego a la urbe, despojada de malicia, de calor de hogar y de sueños
Trabajo de mucama, de niñera y en cualquier cosa que le asegurara un plato de comida y una cama donde dormir.

Y como en cualquier novela trágica, donde la pueblerina es abusada por el antagonista de la misma, Elvia vivió su momento de horror, engañada por su amiga y violada por un tipo que solo le dejo como recuerdo permanente, un hijo, al cual llamo Guillermo, tal vez por la persona que sintió cercana a su corazón, su hermano (mayor que ella en tres años).
En esta misma trama, conoció al hombre que la valoro como mujer y que logro ver en ella todo lo bueno y humano, se dejaron por que la sociedad prejuiciosa rechazaba esta unión, de esta época solo subsiste una vieja maquina "singer", con su factura original de compra venta y un manual que indica como usarla "si usted tiene electricidad en casa".

Así fue su vida, rechazada por su propio hermano por tener un hijo natural, tratando de encajar en una sociedad que no fue hecha para ella, siguiendo las reglas de una vida llena de desilusiones y viviendo al lado de Alfonso Duque que le dio techo, comida y amor, un amor extraño viciado por el licor y las mujeres, un hogar lleno de desconfianzas, peleas y conveniencias.
Alfonso marco su huella, dejando en ella la semilla de otra vida, una niña que nació bajo el nombre de María Amparo y que seria la futura madre del que les escribe estas lineas.
Esta vida le dio la fortaleza de hacer su propio camino, con lo que pudo ahorrar, compro un lote en el barrio Belalcazar, por que los que entregaban en el barrio Guayaquil, no tenían futuro, la casa de piso de barro y paredes de adobe y esterilla, fue el cimiento de mi familia, fue casa de inquilinato, pero también fue mi hogar, ahí vivieron mis padres, mi tío, mis primas y todo aquel que lo necesitara, fue una casa de puertas abiertas y a pesar de lo duro que la vida volvió el corazon de mi abuela, sus acciones siempre dejaron claro el profundo amor que nos tenia.

Hoy, como una Ursula Iguaran, Elvia se resiste al tiempo, calculamos que debe estar cerca a sus 100 años, pues no tiene registro civil de nacimiento y la fecha de su cédula, fue aproximada para poder expedirla.
Los años ya le pasaron factura hoy divaga entre los sucesos que marcaron su vida, ya los días en que a veces nos reconocía han pasado, sus días son iguales, reducida a una cama, para ella es lo mismo un lunes que un miércoles.

Pienso que con su deber cumplido debiera trascender, no se que mas espera de esta vida o no se que mas debemos aprender de ella.
Este articulo esta desprovisto de adornos, de imagenes y de música, no son necesarios, solo espero con el, rendir un homenaje en el día de la mujer a esta matrona con su cabello blanco y su piel cuarteada.

A mi abuela en el día de la Mujer............Te amo

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