Sonando...

viernes, 27 de noviembre de 2009

Hace algun tiempo atras mi amigo Carlos Russi (personaje insigne de la farandula criolla), decia dentro de alguna de sus famosas polemicas, que en el Peru, nos estaban quitando el mote de ser "La capital mundial de la salsa" (Cali, Colombia), pues festivales como el "Chimpum Callao" y programas especializados sobre salsa, sumado a los reconocidos coleccionistas del pais Inca, hacia que orquestas y personalidades del ambito salsero, vieran al Peru como una plaza interesante y de visita obligada........

Gracias a la magia del Internet, puedo contar entre mis amistades a varias personas de este pais, que me confirman que el interes y conocimiento por los ritmos afrocaribes es bastante amplio y bien difundido, mi ego se niega a admitir que podamos tener competencia alguna en estos terrenos, pero los ejemplos abundan y de buen grado admito que el esfuerzo por preservar nuestros ritmos no debe ser exclusividad de tal o cual region, zona o pais y aunque es una delicia contradecir a Russi, si debo ser justo y decir que en el Peru, si saben de Salsa y para ello traigo dos claros ejemplos:

Hace algo mas de tres años y sin falta, todos los domingos, siempre de 7:00 a 9:00, Manuel Paredes nos trae su "Rincon Caliente" a travez de los 820 AM en radio libertad para el Peru y por www.radiolibertad.com.pe, para el mundo entero ademas de los links del programa en Mambo-inn.
"El 11" (como lo conozco yo), nos trae cada 8 dias un programa de mucha informacion, entrevistas y sobre todo, buena musica y puedo decir a modo propio (lo escucho hace un poco mas de un año), que es una de las personas que mas sabe de nuestros ritmos afrocaribes y no solo de estos, si no tambien de otros generos como el mismo Latin jazz, asi pues dejo a consideracion de los lectores de este blog, su mas reciente programa (22 de Noviembre):

1. Fresco – Richie Marrero y el Grupo
2. Otra gran celebración – Sonora Ponceña – 55 Aniversario (2009)
3. El amor se fue de rumba –Juan José Hernández y San Juan Habana (avance de producción)
4. Vamos, háblame ahora – Son 14
5. No me llores – Afrolatino Soul de Bryan Vargas (2004)
6. El Son de Ismael – “De regreso al Son” (2009) – Ismael Miranda
7. El Andariego – “El último trago” -Concha Buika y Chucho Valdés (2009)
8. Besito de coco – “Que siga la fiesta” (2009) -Aníbal de Gracia y Batukéalo, con la participación de Michelle “la Brava”
9. Bongó – “Rompiendo el cuero” (2009) – Calambuco
10. Supérate pronto – Julio Escalona (No salido al mercado)
11. El bajista – “Que viva Sonido Ideal” (2009) – Sonido Ideal de Gil Suarez y Mike Amitín.
12. Palante otra vez – Cano Extremera (en vivo)
13. 40 Años – “Historias paralelas” (2009)
14. La meneadera – Orquesta Erencia

Ademas de hacer una seleccion mayormente de temas que han sonado y que estan por sonar en este 2009, trae una entrevista con El "Cano " Estremera entre otras.



Descarga aqui el programa

"Papochon" (Personaje intergalactico que se disfraza de peruano) es un raro cruze de un amante de la salsa, la musica chicha, la buena letra y la reunion infaltable con sus contemporaneos para hablar de tiempos idos, presentes y futuros.

Aqui en la tierra se hace llamar Nestor leon y es en la actualidad un militar retirado, temeroso de la tia cucha (personaje real o fictisio -no lo se-), pero con un profundo conocimiento en la historia, vida y obra de generos, ritmos y personalidades de la musica latina, sin embargo la faceta que mas interes despierta en mi, es la de ensayista (novelista o escritor, no lo sabria definir) y por ello traigo a colacion un cuento corto de su autoria:

Cuando el Bolero se bailaba...apretadito.
(Cronicas de un Plutoniano)

Santos Malabrigo había comprado un tocadiscos estereofónico que funcionaba a corriente. Con lo que ganaba los fines de semana compró su primer disco
LP que le cambió la vida. Este trozo de vida lo comparto con ustedes.
Antes de comprar el disco fue a buscarme.
Yo estaba en la puerta de mi casa tratando de templar la cadena de mi vieja bicicleta para evitar que se me siga enganchando el filo de pantalón durante las competencias con los muchachos del barrio.

Parándose frente a mí, habló:
-Acompáñame a comprar un disco-,dijo en su idioma de muchacho pueblerino.
-Estoy ocupado-, respondí sin mirarlo.
Eran las seis de la tarde de ese sábado que aún recuerdo.
-si me acompañas, mañana te invito una raspadilla después de tu partido-, insistió, aún de pie y con las manos en los bolsillos.
-Espérame que ahorita salgo-, respondí mientras ingresaba volando a mi casa para lavarme.
Una raspadilla gratis después de un partido de futbol no es para despreciar. Dos minutos después, ambos caminábamos sin apresuramiento en dirección a
la plazuela Iquitos -entre Gamarra y Almagro, calles de la señorial Trujillo-, lugar donde estaba "Discos Perez", la mejor y mas surtida tienda de discos de la ciudad.
Santos, no estudió la secundaria. Comenzó a trabajar sin terminar la primaria y hasta la fecha había sido fabricante de adobes, agricultor de alfalfa, ayudante de camión interprovincial, vendedor de plantas en triciclo y ahora el raspadillero de la esquina del parque.
En el verano y casi siempre después del partido de fulbito mañanero que disputábamos en la calle vecina, terminábamos arremolinados en la pintoresca carretilla de Santos. Éste se prodigaba en atendernos y en preparar los doce vasos de raspadilla, mezclando el hielo picado con el jarabe de nuestra preferencia. Algunos repetían el vaso y los menos adinerados -incluido yo-, nos dedicábamos a conversar sobre las incidencias del partido concluido.
Santos gozaba con nuestras ocurrencias y además tenía sus preferidos al momento de servir los vasos. yo era uno de ellos a pesar que no lo consideraba amigo sino mas bién, el raspadillero.
No vivía en el barrio pero trabajaba allí desde las 9 de la mañana hasta las 5 de la tarde, que era la hora de llegada de doña Manuelita, la vendedora de anticuchos. Santos guardaba su carretilla a media cuadra nomás de la esquina del parque, en el taller de mecánica de Don Luciano, viejo bonachón e hincha de la tribu de peloteros ya que dentro del grupo andaba también uno de sus nietos; éste ex boxeador y marinero retirado era uno de los primeros en colaborar cuando la pelota sufría algun desperfecto o dejaba de rodar para siempre.
La pandilla regresaba por las noches a poblar el Parque y nos reuníamos con un cargamento de LP's para escuchar las guarachas, mambos y sones de moda en el viejo y destartalado tocadiscos de ocho pilas del cojo Miguel. Era la época en que aún no existía nada electrónico. A Santos lo veíamos sentado a un costado de la carretilla de Doña Manuelita y desde donde -supongo-, podía escuchar nuestra música y las ocurrencias de los locos del barrio.

Antes de ingresar a la tienda pregunté:
-¿Disco de qué quieres comprar?-.
-Disco de bolero-, respondió.
-Cantado por quién-, volví a preguntar.
-Por cualquiera-, dijo bajito.
-¿Es para ti o para regalo?
-Para mí-, respondió mirándome de reojo.
-Y tu me vas a enseñar a bailar bolero-, concluyó.

Las clases de bolero que le di a Santos fueron a escondidas de la pandilla y por las noches. Mi precio fueron raspadillas repetidas después de cada partido de fulbito.
El disco de Roberto Ledezma fue martirizado junto con el tocadiscos a corriente de Santos, quién lo traía todas las noches al cuarto de mi Tio Victor, por esa época peluquero oficial del Club Central, quién después de trabajar en el Club, tenía la bendita costumbre de irse al cine casi todas las noches.
Nunca le dije que no, por la sencilla razón de que a mí me gustaba bailar y por supuesto, yo no tenía un disco de boleros; así que, también de paso, practicaba los pasos de bolero que mas tarde me servirían para mandarme con una amiga de mi hermana, una morocha a la cual tenía entre ceja y ceja y a quién le encantaba bailar lo que sea, especialmente boleros.
Después de una semana completa de clases con pisotones incluído, llegó la prueba final. llamé a mi hermana Dariela, otra genial bailadora y dicho sea, mi profesora de baile, para que tome el examen final a Santos.

Después de bailar un bolero Son y un Bolero Cha, mi hermana le dijo a Santos:
-Estás bién, tienes compás y llevas el ritmo-.
se Despidió de Santos y al pasar por mi lado me dijo bajito:
-Dile que no tiemble tanto y que apriete un poco más-, luego se marchó.

Cuando empezaron las clases en Abril, los muchachos del barrio dejamos de jugar pelota y todos nos dedicamos a asistir al colegio, en otras palabras, no nos veríamos las caras hasta el próximo verano. Santos desaparecía del barrio, ya que empezaba el otoño, el clima templado se extinguía y ya no había necesidad de hielo picado para calmar un calor que no existía.
Hace pocos dias me encontré con Santos en el Mercado Central de Trujillo; es un poco mayor que yo, pero no a perdido el sentido de la percepción ya que fue él quién me reconoció. Estaba parado frente a un puesto de frutas cuando dijo mi nombre sonriente. Me tendió su mano y yo no resistí el impulso de abrazarlo.
dejó a uno de sus hijos en el puesto de frutas y me llevó a un bar al costado del mercado. Se le veía un hombre feliz a pesar de lo que ahora hacía. Me contó que tenía 4 hijos que ya le habían dado varios nietos y que vivía en el Distrito de Moche a 5 minutos de Trujillo.
En la cafetería pasaban en ese momento por la radio un viejo bolero de julio Jaramillo, mientras bebíamos una cerveza y conversábamos, recordé el incidente del disco y las clases de baile, así que le pregunté para que quizo aprender a bailar bolero.

-Para enamorar a mi vecina-, respondió sonriente.
-y resultó?-, pregunté curioso.
-Como me dijiste que apretara un poco mas, lo hice cuando bailaba con ella-, contestó riéndose.
-Entonces resultó-, volví a preguntar, aún más curioso.
-A mitad del baile, me mandó un bofetón y sus hermanos me sacaron a empujones de la fiesta-, dijo riéndose a carcajadas.
-¿Solo por un bolero?-, dije sorprendido.
-No solo por el bolero...parece que ella sintió...la pegada-, y volvió a soltar su carcajada.

Santos Jr. fue a la casa de mi hermana, lugar donde me alojo cuando visito Trujillo. No me encontró pero dejó un paquete para mi y una canasta con frutas frescas.
Cuando abrí el paquete encontré el viejo LP de Roberto Ledezma y una nota que decía:
"Para mi viejo profesor de baile, ya que sin él no tendría la mujer que tengo"
Firmado : Santos Malabrigo Piminchumo.

(Continuará)

Este fue el bolero del bofetón
Alberto Beltrán: "Todo Me Gusta De Ti"

Por ultimo, les dejo el link de descarga del programa "El Rincon Caliente" que trae como invitado a nuestro querido amigo "Papochon", espero lo disfruten:

aqui el programa para descargar


1 comentarios:

Eduardo Livia Daza dijo...

Muy merecido el reconocimiento a mi amigo Manuel Paredes, quien se esfuerza por entregar semanlmente un programa de gran calidad como lo es El Rincon Caliente

Un abrazo,
Eduardo